¿Por qué no podía borrar el recuerdo de los ojos
sorprendidos de Merlina al verme? no tenía idea. O tal vez si la tenía pero no
quería pensar que había sido tan idiota.
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¿Me estas escuchando?
-
No. – respondí.
Los ojos negros de Helena echaron chispas.
-
¿Estás tratando de hacerme enojar?
-
No, solo estoy buscando la mejor forma de
hacerte entender que esto – me aleje de ella – no está funcionando. Nos
divertimos, pero se tiene que terminar ahora.
-
Pero Simón, hacemos una pareja excelente. sé que
necesitas tu espacio y puedo dártelo.
-
No necesito espacio, necesito que dejemos de
vernos. Sos divertida, hermosa e inteligente – mentía, pero si no la adulaba
Helena comenzaría a hacer un drama y no buscaba eso – Vas a conseguir otro
chico con el cual divertirte enseguida pero entre nosotros ya no puede pasar
nada.
-
Pero…
Lo había intentado, pero al ver los ojos de Helena
llenarse de lágrimas supe que no podría evitar el berrinche que vendría a continuación.
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